El anuncio de la llegada de las vacunas marca un hito importante en la nueva normalidad impuesta por la pandemia, donde las relaciones personales, sociales y laborales se vieron afectadas por el distanciamiento, la tecnología y el teletrabajo.
Pero todavía estamos lejos de llegar a la ansiada inmunidad que ya le ha costado al mundo más de 2 millones de fallecidos y al Perú más de 100 mil, la deuda pendiente la tuvo una clase política incapaz de ponerse de acuerdo, donde la improvisación en el manejo de la crisis imperó, el excesivo triunfalismo del distanciamiento social en sociedades no preparadas en su infraestructura sanitaria que derivó en la crisis económica y social, gracias a la cuarentena sin sentido.
El resultado ahondamiento de la crisis económica y social, desempleo, informalidad y sobre todo desesperanza, ahora nos toca una nueva etapa a pesar de la demora en las negociaciones de la vacuna que puso al Perú al final de los países beneficiarios, ya se anunció la llegada de un millón de vacunas para la primera línea y 2 millones más para los mas vulnerables.
Ahora necesitamos una clase política que este al nivel de la reconstrucción del país, de cubrir las necesidades de los más desfavorecidos y dotar de las herramientas para que los sectores formales generen la riqueza que se necesita para sacar el país adelante y lograr el estado de bienestar con salud de calidad, educación de alto nivel, seguridad para todos e inclusión con justicia para todos los peruanos.